Por Carmen Boluda
El suicidio es la primera causa de la muerte que no es de forma natural: hay más suicidios que accidentes de tráficos.
En la sociedad, dependiendo de cada país se ve más normal, como ocurre con Japón, que en otros países.
En los últimos 45 años el suicidio ha aumentado en un 60% a nivel mundial. La tasa de suicidio entre los adolescentes de 15 a 24 años ha aumentado en los últimos años debido al mal uso de las redes sociales, el divorcio de los padres, la formación de una nueva familia integrada por padrastros, hermanastros, la incertidumbre, nuevas comunicaciones, el desequilibrio económico, la homosexualidad por el rechazo de los padres y por no estar de acuerdo la sociedad con las conductas sexuales diferentes… Y el bullying (acoso escolar) un grave problema para los jóvenes ya que puede aumentar el factor psicológico por los insultos o amenazas que reciben en los centros escolares.
Para este sector en ocasiones el suicidio aparenta ser la solución a estos tipos problemas y al estrés.
Además, la necesidad de adaptación en la sociedad ante la carencia afectiva y el mal uso de las tecnologías puede derivar en peligrosos juegos como el tristemente famoso “la ballena azul”, un siniestro que atenta contra la vida de los adolescentes incitando al suicidio.
Los adolescentes entre 12-14 años reciben mensajes en sus teléfonos o perfiles de Facebook para unirse a estos grupos y poder participar en el juego realizando cada día una prueba durante 50 jornadas, hasta el último que insta el suicidio.
Los jóvenes participan en estos tipos de juegos bien por las presiones sociales como puedan ser en colegios que ya otros compañeros puedan estar jugando a estos tipos de juegos o bien por la simple curiosidad. Por lo que no hay que prohibir el uso de ellas, pero sí que tanto las madres como los padres les enseñen los riesgos que puede haber y como usarlos correctamente.
El suicidio es sin duda un grave problema debido a su complejidad en el que intervienen factores psicológicos, sociales, culturales, los cambios de ánimo y altibajos de nuestros sentimientos y emociones.
El suicidio es la voluntad de una persona para manifestar su capacidad de obrar y en nuestro Código penal es una conducta impune, pero si participa un tercero, bien induciendo o cooperando a la muerte de quien se quiere suicidar, será castigado de 4 a 8 años regulado en el art 143.1 del CP.
La cooperación se encuentra regulada en el artículo 143. 2 del C.P, <<el que cooperare con actos necesarios al suicidio de una persona se le impondrá la pena de 2 a 5 años>>. El legislador lo que nos quiere transmitir es que son actos determinantes para ayudar a la persona que quiere llevar a cabo el suicidio no pueda realizarlo por ella misma.
Si el que coopera llegara hasta el punto de ejecutar la muerte será castigado de 6 a 10 años de prisión, art 143.3 del CP.
El suicidio es la primera causa de la muerte que no es de forma natural: hay más suicidios que accidentes de tráficos.